el humo de mi cigarrillo toma mi forma y me imita.
Comienza a temblar. Ahora es nube
y mi mirada la sigue mientras el viento que las mueve
llega a mis ojos haciéndolos llorar.
Camino sobre un océano,
ahora corro sobre rocas, pisando mundos desconocidos
tropiezo y entro a otra dimensión
donde soy insecto, la luz del sol me pulveriza y me elevo por los aires
Siseando y zigzagueando, esquivando las ideas y sueños ajenos.
El cielo se puebla de monstruos extraños y hermosas figuras:
un paisaje celestial en un ámbito entre la realidad y el delirio
Dejo mi huella sobre la pared y caigo de nuevo. No quiero caer.
No caigo. Pienso en tocar el piso y vuelvo a sentir el viento bajo mi cara.
Quisiera volar. Mis alas se estiran y bloquean el viento.
Planeo y ahora caigo en picada. Soy rayo que quiebra
y entro en una lámpara. El aceite se impregna en mi cuerpo
La llama me consume y vuelvo a comenzar el ciclo.
Pero esta vez caigo sobre una cama y mis ojos responden lentamente.
Delicioso surrealismo.
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