Los brillos de los ojos se encontraron
A la vez, uno se desvanecía y
El otro parecía absorber su energía
Así fue hasta que los brillos
se esfumaron
La silueta se movía con movimientos rítmicos
Y evitando el sonido, penetró la oscuridad
Mas espesa que la piel, con aroma a inocencia
Sentía el cuerpo ajeno, despertaba los nervios
Los ojos se movían bajo sus parpados
Sintiendo el futuro sufrimiento
El pecador temblaba de euforia
Sintiendo cada milímetro de si mismo
Rodeando a su victima adormecida
Desplegó el brillante filo
Irradió su propia alegría
Guardada, traumada, enloquecida
La insertó en el vínculo primordial
Las pestañas se despegaron
Una mirada de dolor e incertidumbre
Una risa brotó del alma quemada.
Ejerciendo más fuerza inconsciente,
Introdujo su mano en la hendidura
Sintiendo la pasión de la sangre inocente
Notó que su brillo se alejaba
Sonriendo aun más, desligó el cráneo
En un momento de claridad, observó
sus manos chorreantes. Lo marearon.
Sus ojos se oscurecieron nuevamente
Miedo se esparció en su mirada
Homicidio
Lucas Craig